domingo, 10 de junio de 2007

Lo fantástico en la Biblia: los nefilim


"... cuando el relato habla de la unión sexual de las 'hijas de los hombres' y 'los hijos del Dios verdadero' -seres espirituales que tomaron cuerpos humanos-, se refiere a un acto sin precedentes, contranatural.
"Lo contranatural de estas relaciones queda confirmado por el tipo de hijos que engendraron: los nefilim, seres híbridos que alcanzaron un tamaño gigantesco y se convirtieron en matones despiadados. De hecho, la palabra nefilim significa 'derribadores' o 'los que hacen caer a otros'. A estos salvajes se les llama 'los poderosos que eran de la antigüedad, los hombres de fama' "
(Génesis 6:4).
Los nefilim y sus padres elevaron la maldad a niveles insospechados. "La tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero y (...) se llenó de violencia" (Génesis 6:11) "... los hombres adoptaron la forma de vida depravada y violenta de los nuevos pobladores. (...) Finalmente, Jehová arrasó aquel mundo con el diluvio universal, y solo sobrevivieron el justo Noé con su familia. Los ángeles que se habían materializado regresaron al mundo espiritual pero en estado de ignominia
(La Atalaya, 01.06.07).
"Muchas mitologías antiguas contienen historias de semidioses, gigantes y una catastrófica inundación. Por ejemplo, la epopeya acadia de Gilgamés menciona un diluvio, un barco y sobrevivientes y describe a Gilgamés como un semidiós violento y lujurioso. La mitología azteca habla de un mundo antiguo habitado por gigantes y de un gran diluvio. Las sagas escandinavas cuentan la historia de una raza de gigantes y de un sabio llamado Bergelmir, que logró sobrevivir con su mujer en un gran bote que había construido. El testimonio conjunto de estas leyendas corrobora lo que la Biblia dice: que la humanidad desciende de los sobrevivientes de un diluvio que anegó el malvado mundo antiguo" (La Atalaya, 1.06.07).

Como puede verse, la Biblia es fuente de muy buena literatura y de seres fantásticos como los nefilim, los ángeles, etc. Los acadios y hebreos tienen las mismas raíces y comparten mitos semejantes.