viernes, 30 de diciembre de 2016

Reyes 11

Y el rey Salomón mismo amó a muchas esposas extranjeras junto con la hija de Faraón, a moabitas, a ammonitas, edomitas, sidonias [e] hititas, de las naciones de las que Jehová había dicho a los hijos de Israel: "Ustedes no deben meterese entre ellas, y ellas mismas no deben meterse entre ustedes; verdaderamente inclinarán el corazón de ustedes a seguir a los dioses de ellas." A ellas se adhirió Salomón para amarlas. Y llegó a tener setecientas esposas, princesas, y trescientas concubinas; y poco a poco sus esposas le inclinaron el corazón. Y al tiempo en que envejeció Salomón aconteció que sus esposas mismas habían inclinado el corazón de él a seguir a otros dioses; y su corazón no resultó completo para con Jehová su Dios como el corazón de David su padre. Y Salomón empezó a ir tras Astoret, la diosa de los sidonios, y tras Milcom, la cosa repugnante de los ammonitas.